domingo, 29 de noviembre de 2020

Llegando a los extremos

 

 Bien dice el viejo y conocido refrán: la mente es muy poderosa. Y así es, dicen también: que lo que profesas con tu boca se hace realidad, tampoco es por arte de magia, pero uno si puede atraer cosas.


La mente puede llegar a dominar de forma negativa y muy cruel nuestra vida, y yo lo digo por experiencia propia.

Dicen que un ataque de ansiedad te puede durar como ummm unos 20 minutos digamos, según la psicología.

 Pero según nuestro cerebro, como es en mi caso podemos tener la ansiedad 24/7.

Es ahí es donde empieza el poder de la mente.



La gente erróneamente piensa, que uno jala la ansiedad o los ataques de pánico; digamos, como que yo empiezo a pensar en eso, entonces ya me dio ansiedad, claro en muchos casos pasa así, por que le tenemos tanto miedo de que nos de, que ese mismo miedo hace que aparezca.

Pero montones de veces, es mas, la mayoría del tiempo, podes tener tu mente ocupada, hasta estar pasándola feliz, divirtiéndote, y de repente sentís esa puñalada en el corazón, en el pecho, así lo llamo yo, a esa presión que uno siente en el pecho, y que uno no aguanta el dolor, y ya ahí uno dice, ya vino la ansiedad, y todo empeora.

Llega un punto en que como dice el dicho, tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, y eso nos pasa a las persona.

Imagínense un tarrito, que le cabe, no se, equis cantidad de agua, y ya sobrepasas esa cantidad que le cabía, diay obvio se va a empezar a regar, y si lo tenes tapado ese tarro, va a empezar a ver por donde puede expulsar eso de mas, que esta guardando, y eso me empezó a pasar a mi.




Y lo peor es que no sabia que hacer con eso que se iba desbordando de mi. Ahí fue donde empezaron los intentos de suicidio, pensando en que ya no podía mas, y la solución era la muerte.

Luego el pensamiento suicida tomo otro rumbo, porque tenia claro que no quería morirme, pero que si quería acabar con todo el dolor que sentía que ya era mas fuerte que yo.

Los procesos psiquiátricos son largos, lentos, y llenos de paciencia, algo con lo que ya yo no podía contar desde hace mucho. Porque nunca tuve paciencia, y ahora menos la iba a tener.

Te empezas a desesperar de ver que estas en tratamiento, y no tomando una acetaminofén, si no mierdas fuertes que sabes que cambian tu vida radicalmente.

Y que a pesar de eso, no ves mejoras, mas bien todo lo contrario, eso empezó a  hacer que cada vez todo fuera explotando peor.


Hay muchos tipos de dolor, pero los mas conocidos, son: el físico y el emocional. Y si, lamentablemente yo tengo los dos, por la fibromialgia y mi trastorno mental.

Se llega a un punto de masoquismo, o balance o no se, como lo quieran llamar; que uno prefiere un dolor antes que el otro.
Y yo también elegí, y elegí el dolor físico.

Pero no hablo del dolor extremo que me causan mis crisis, que es un dolor natural, no un dolor que yo me causo, si no un dolor que no puedo impedir.

El dolor y sufrimiento emocional es el mas duro, y quise cambiar ese dolor emocional, porque para ese dolor no hay alcohol, no hay gazas, no hay espadrapo, algodón, curitas ni crema, que puedan curarlo o al menos calmar el dolor.

Por eso elegí el dolor físico, y digo elegí, porque este dolor si es una elección. Me da poder, porque es cuando yo quiera, como yo quiera, y llego hasta donde yo quiera llegar, es mi decisión, y no la de nadie mas, y ese dolor se llama: autoflagelación o cuting.




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