Llegando a los extremos

 

 Bien dice el viejo y conocido refrán: la mente es muy poderosa. Y así es, dicen también: que lo que profesas con tu boca se hace realidad, tampoco es por arte de magia, pero uno si puede atraer cosas.

La mente puede llegar a dominar de forma negativa y muy cruel nuestra vida, y yo lo digo por experiencia propia.

Dicen que un ataque de ansiedad te puede durar como ummm unos 20 minutos digamos, según la psicología.

 Pero según nuestro cerebro, como es en mi caso podemos tener la ansiedad 24/7.

Es ahí es donde empieza el poder de la mente.

La gente erróneamente piensa, que uno jala la ansiedad o los ataques de pánico; digamos, como que yo empiezo a pensar en eso, entonces ya me dio ansiedad, claro en muchos casos pasa así, por que le tenemos tanto miedo de que nos de, que ese mismo miedo hace que aparezca.

Pero montones de veces, es mas, la mayoría del tiempo, podes tener tu mente ocupada, hasta estar pasándola feliz, divirtiéndote, y de repente sentís esa puñalada en el corazón, en el pecho, así lo llamo yo, a esa presión que uno siente en el pecho, y que uno no aguanta el dolor, y ya ahí uno dice, ya vino la ansiedad, y todo empeora.

Llega un punto en que como dice el dicho, tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, y eso nos pasa a las persona.

Imagínense un tarrito, que le cabe, no se, equis cantidad de agua, y ya sobrepasas esa cantidad que le cabía, diay obvio se va a empezar a regar, y si lo tenes tapado ese tarro, va a empezar a ver por donde puede expulsar eso de mas, que esta guardando, y eso me empezó a pasar a mi.

Y lo peor es que no sabia que hacer con eso que se iba desbordando de mi. Ahí fue donde empezaron los intentos de suicidio, pensando en que ya no podía mas, y la solución era la muerte.

Luego el pensamiento suicida tomo otro rumbo, porque tenia claro que no quería morirme, pero que si quería acabar con todo el dolor que sentía que ya era mas fuerte que yo.

Los procesos psiquiátricos son largos, lentos, y llenos de paciencia, algo con lo que ya yo no podía contar desde hace mucho. Porque nunca tuve paciencia, y ahora menos la iba a tener.

Te empezas a desesperar de ver que estas en tratamiento, y no tomando una acetaminofén, si no mierdas fuertes que sabes que cambian tu vida radicalmente.

Y que a pesar de eso, no ves mejoras, mas bien todo lo contrario, eso empezó a  hacer que cada vez todo fuera explotando peor.

Hay muchos tipos de dolor, pero los mas conocidos, son: el físico y el emocional. Y si, lamentablemente yo tengo los dos, por la fibromialgia y mi trastorno mental.

Se llega a un punto de masoquismo, o balance o no se, como lo quieran llamar; que uno prefiere un dolor antes que el otro.

Y yo también elegí, y elegí el dolor físico.

Pero no hablo del dolor extremo que me causan mis crisis, que es un dolor natural, no un dolor que yo me causo, si no un dolor que no puedo impedir.

El dolor y sufrimiento emocional es el mas duro, y quise cambiar ese dolor emocional, porque para ese dolor no hay alcohol, no hay gazas, no hay espadrapo, algodón, curitas ni crema, que puedan curarlo o al menos calmar el dolor.

Por eso elegí el dolor físico, y digo elegí, porque este dolor si es una elección. Me da poder, porque es cuando yo quiera, como yo quiera, y llego hasta donde yo quiera llegar, es mi decisión, y no la de nadie mas, y ese dolor se llama: autoflagelación o cuting.

Sonrisas que salen del alma

 Bien dicen que el corazón de una persona es un mar de secretos, y realmente así es, porque la mayoría de veces que sonreímos es falso, como por impulso.

Pero también esta en nosotros ver la forma de sacar esas sonrisas que salgan del alma, o mejor dicho, trabajar en ello, porque si, es un trabajo interno.

Un día me senté a hablar con una amiga, a contarle todo lo mal que me sentía, y de un pronto a otro le dije que quería unos collares ahí de la moda que habían salido pero que eran muy caros, y vacilando dije que me iba a poner a hacerlos yo, y después de unos minutos de silencio dije: ¿y si, porque no hacerlos yo?

Y me entro un fuerzon, y me fui para una tienda de abalorios, y gaste plata que literal no tenia, y me fui a comprar, para hacer collares.

Nunca en mi vida había hecho ni una pulsera de un hilo.

 Pero eso no me importo, lo único que me importo fue que en su momento sentí emoción por algo, y eso últimamente no me pasa.

Así que si me pasa debo aprovecharlo muchísimo.

Porque en ese momento me sentí plena....

Llegue a la casa y no tenia la puta idea de como se hacia un collar o algo referente a la bisutería.

Pero lo que tenia muy claro, era que tenia ganas, y toda la intención de hacerlo.

¡Saben que mas tenia? Una gran sonrisa que me salía del alma.

Después de ahí, empecé a publicar mis creaciones, como les llamo, en Instagram, y sentí bonito donde la gente reaccionaba de que le gustaban y así.

Entonces se me ocurrió la idea de regalar un poquito de eso que hacia, ese disque talento que tengo, para sacar sonrisas en otras personas.

Pero no vendiéndolos, ya que eso me generaría estrés, me conozco.

Entonces pensé en hacer bisutería para regalarle a la gente linda que quiero y que tengo a mi alrededor.

Y así poco a poco al pasar de las semanas logre hacer magia con mis manos, y sentí tan chiva que luego a mis otras amigas les entro el impulso también de hacer collares.

Entonces fue muy chiva, ya que me sentí importante, como que marque algo en los demás, como que impulse digamos.

Ahora es una de las cosas que mas me gusta hacer, y que se que saca de mi sonrisas del alma, no de esas falsas.

Espero ,poco a poco ir descubriendo cosas que generan eso en mi

¿VOS YA LOGRASTE SONREIR DESDE ADENTRO?

¿Cómo les digo que tengo un trastorno mental?

 Si para uno mismo es duro dar el primer paso, el cual es aceptar que uno tiene un problema.

 Imaginemos un panorama un poco mas complicado, que es llegar y decirle a tu familia, que son las personas con las que vivís, o con tus amigos, que sos con los que salís, con los que vacilas etc. Y pensar en la posibilidad de que en el caso de tu familia, no te entiendan, y sea como estar solo en tu casa.

Y pensando en tus amigos, que te vayan a hacer a un lado, porque para ellos uno esta loco.

También es bueno pensar en que habría que decírselo a tu equipo de trabajo, porque hasta convivís mas con ellos que con tu familia.

En mi caso gracias a Dios no fue tan difícil dar el primer paso: el cual es admitir que tenes un problema, lo que si me tomo tiempo era pensar en la forma que iba a solucionar, o poner en control la situación.

¿ Les confieso algo?

Hasta que me vi hundida totalmente y me vi sola esa vez, porque Mario no estaba, porque obvio Mario fue de los primeros en saber, pero esa vez que les cuento toque fondo, y yo veía a todo lado y no tenia quien me ayudara, solo voltee y vi a mami y a mi hermana, y estaba tan mal, que a gritos les pedí ayuda, y así prácticamente en el peor momento les confesé que tenia un trastorno delicado, y que prácticamente estaba planeando cada día mi muerte.

Luego seguí con mis amigos del trabajo, porque si, esa es la ventaja, que ellos no son solo compañeros, son amigos.

Y no crean fue super duro, porque después de crisis tan fuertes, incapacidades, y prácticamente internamientos, era casi imposible seguirlo ocultando.

Y no lo hagan, no oculten algo así, porque la gracia es que la gente trate de entenderte, para que sea un poco mas fácil, o menos complicado sobrellevar tus problemas mentales.

Entre menos personas lo sepan es peor.

Pero ojo, hablo de personas que sean importantes en tu vida y que valga la pena que lo sepan.

En el caso de amigos, hablo de amigos reales, que vos sepas que son de confianza, y que son realmente cercanos, y que es necesario hablar con ellos.

De hecho hasta la fecha prácticamente dos amigos saben nada mas lo que realmente pasa, sin tapujos, o sea sin reservas, y uno que otro que medio sabe que llevo terapias y así, y es que de por si, son amigos ahí como compas, que nunca ni pasan al pendiente, o sea, se los contas como pa que estén al tanto, ya que uno cambia en muchas cosas.

Pero cuando tenes mucha confianza no es difícil, como cuando lo hable con Mario y dos de mis mejores amigos.

Con los demás cuesta un poco mas.

Y en el caso de mi familia, que para nadie es un secreto.

Pues saben que tengo mis loqueras, pero ni fu ni fa, o sea es como si tuviera gastritis, o sea algo equis, pero si, en el fondo eso duele, pero con el tiempo cosas como esas no es que no te importan, pero si baja la intensidad de la importancia, no es la misma que le tomabas antes.

Solo lo único que te puedo decir, es que si es necesario contarlo, por mas introvertido que seas, por mas reservado, aunque hayan personas que les valga verga.

¿Qué como haces para tomar la decisión de contarlo?

No elegís el momento, el tiempo ni el lugar, cuando menos lo esperas se da, y antes de que lo preguntes, es muy difícil, es una mierda.