sábado, 18 de septiembre de 2021

Consecuencias de la realidad Parte II

Gracias por haberme permitido llegar hasta acá, y poder continuar con esta historia que para mi es tan difícil continuar.

Lo más duro no es limpiar la sangre que queda de todas las cortadas, vendarlas, sanarlas, etc.

Lo mas difícil es enfrentarte a la realidad, las miradas, a las preguntas indiscretas de la gente. 
No  crean, he tenido que volverme mentirosa profesional.




Y lo digo porque he tenido que desarrollar la habilidad de mentir, cada vez que ven mi brazo vendado, o ven las cortadas, o las cicatrices; a las que yo les llamo heridas de guerra.

Es mas les voy a contar algo, Mario siempre me dice que me va a comprar una crema para cicatrizar y yo no quiero.

¿Saben porque? Porque me gusta ver mis cicatrices, y no, no es masoquismo, ya les dije, son heridas de guerra, y cada cicatriz me recuerda cada momento de debilidad en el que no tuve fuerzas para seguir adelante, y tuve que optar por esos cortes liberadores. Que eso son para mi.




Los cortes nunca han sido para mi un intento de suicidio, pero he de confesarles una cosa....

Una vez estaba en un estado de pánico tan fuerte, que deseaba con fervor morirme, y lamentablemente en ese momento me estaba cortando, y perfore una vena.
 Recuerdo que esa vez se me infecto, me asuste mucho, por dicha con cremas lo pude curar.

Son cosas que la gente normalmente no sabe o imagina de mi.

Desde que empecé a contar cosas tan fuertes e intimas en el blog, sabia que estaba exponiéndome de una forma muy fuerte.

 Exponiéndome a las críticas, al rechazo, a los comentarios negativos, etc.

Como les había contado antes, en mi antiguo trabajo, sufrí rechazo por mi condición, y me vuela la cabeza como la gente puede ser tan vacía, tan estúpida tan hueca.


¿Quién te crees para rechazar a alguien o juzgarlo? Que tire la primera piedra quien este libre de pecado.

 Y lo peor es que me han tirado tantas piedras, que me han causado golpes mas fuertes que las mismas  cortadas que yo me hago.

 Y les digo que no me arrepiento de lo que me he hecho, a pesar de no ser algo bueno y que suene bizarro, porque solo yo se porque motivo lo hago, y no tengo por que dar explicaciones sobre esto. 

Para mi de por si, no todo en la vida tiene explicación, o no para todo vale la pena dar una explicación, y mucho menos pedir perdón o justificarme.

 Si hay alguien al que le pediría perdón es a Mario porque se lo que sufre curando mis heridas, literal, a nadie mas.




No me pido perdón a mi misma, porque todo esto es parte de lo que soy ahora, y de mi realidad.

En la actualidad tengo por ahí de un mes de no cortarme, pero no lo hecho no porque no quiera, si no porque me he amarrado las tetas, para  no hacerlo.

Lo que ha sido la semana pasada y esta,  he luchado intensamente por no hacerlo. Y ahorita que estoy escribiendo, me estoy tomando una birra para pasar el trago amargo, porque estoy en un estado de ansiedad y crisis que no puedo describir, y tengo ganas infinitas de irme al baño a cortarme, donde normalmente lo hago.

Le conté a Mario porque le tengo tanta confianza, y me dijo que eso no servía de nada, lo peor de todo es que para mi si sirve, porque me desahogo, prefiero el dolor físico que el emocional, por que son las consecuencias de mi realidad....



 







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