El que responda que no, es porque quizá no se ha dado cuenta, pero todos hemos dado y hemos recibido un beso de judas, con traición.
Yo en lo largo de mi vida he recibido montones, pero hace 7 meses atrás, recibí uno de los mas pecaminosos, de los que me hicieron perder todo lo que tenia, y lo que me hacia mas feliz: mi trabajo.
Pensé que estaba rodeada de amigas, de personas que me querían y se preocupaban por mi, y todo fue un show, mientras yo les abría mi corazón, me clavaban la puñalada por la espalda.
Aprendí a confiar en personas que no debía, personas que sentía que eran mi familia, con las que pasaba prácticamente todos mis días, por las que ore, por las que ame, y me botaron como un trapo sucio.
Personas que prefirieron, un mejor status social, que una amistad que valía de verdad, una amistad como las que yo les entregaba. tengo miles de defectos, pero cuando abro mi corazón, lo entrego de verdad, y sentirte defraudada así, es un dolor que no sana de la noche a la mañana.
En estos momentos de mi vida, es donde he descubierto quienes son los reales, o sea los que están con vos en las buenas, pero mas en las malas.
No necesito decir nombre de estas personas, porque si llegan hasta acá, cada un sabrá si es de el que estoy hablando. Muchos dirán que esto es una tiradera, pues no, este blog es un desahogo, es una limpieza de mi alma, y como siempre lo digo, al que no le gusta que no lo lea.
Porque soy una persona muy sincera que si tengo que decir las cosas en la cara lo hago. Mi mama dice que por eso casi nadie me habla y que he perdido muchos amigos, pues no, y le llamo haber sacado de mi vida a personas que no lo valían.
En estos momentos me he dado cuenta que hay personas que están, pero a la vez no están. Que sabes que son tus compas, pero que en los malos momentos no están solo están para el vacilón, que si vos los buscas, genial, pero si no lo haces ni a putas están.
Pero bueno, suficientes problemas tengo como para estarme calentando la cabeza.
Porque aunque suene fuerte no lo soy, estas son de las cosas por las que lloro, en momentos en los que estoy sensible, como ahora.
Ojo a quien le entregamos, nuestro tiempo, nuestros abrazos y nuestros besos, porque esos no se recuperan.
Y cuidado con los besos que te dan....