Podemos
pensar de la forma más coherente, que nuestra familia seria el mayor apoyo,
nuestro sostén, nuestra roca, en la cual apoyarnos en todo momento de nuestra
vida. Y en el caso de nuestros padres; que nos trajeron al mundo con el fin de
cuidarnos, y guiarnos por siempre, por más de que crezcamos, y queramos irnos
lejos.
Pero
muchas veces como suele suceder en la vida, nos equivocamos. Ya que muchos no
tenemos la suerte de haber nacido en un dulce seno familiar, lleno de paz, y armonía,
y lo más importante: lealtad.
Si
no, todo lo contrario.
Siempre
he escuchado que bien dicen que los hijos no son regalados si no prestados, que
son como las aves; les entrenas, les guías, para que luego vuelen tomando su
camino.
Pero
vos esperas que aunque tomes un rumbo fuera de casa, tus padres, sigan ahí a tu
lado, tomándote de la mano, demostrándote que aunque estés lejos, siempre
contas con ellos.
Pero
muchas veces no lo es así. Es duro pensar y darse cuenta que han estado más cerca de vos, las
personas que no llevan tu sangre que las que sí.
En el caso de tu madre, duele más, porque viviste 9
meses dentro de ella, sos un pedacito de carne de esta.
Y
que te rechace y se avergüence de vos por tu aspecto físico, look, o tribu
urbana, modo de vida al que perteneces. Eso duele, y mucho.
Y
que te rechace y se avergüence de vos por tu aspecto físico, look, o tribu
urbana, modo de vida al que perteneces. Eso duele, y mucho.
Pero
he ahí el momento en el que aprendes que el hecho de llevar la misma sangre, no
es igual a mor y unión, hasta que la muerte los separe, y ni así, porque debería
ser un vínculo que nunca se rompe...
Y
tu familia cómo es?
Buenas
vibras!!!
Nos
leemos!!
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