Bien
dicen que el sufrimiento es parte de la vida, que de hecho el sufrir nos hace más
fuertes. Pero a veces nos cansamos de vivir en un eterno sufrimiento.
También
nos dicen que no necesitamos una media naranja, porque somos una naranja
entera, pero no nos dicen como ser feliz en medio de tanta soledad; y mucho
menos nos explican, como disfrutar de nuestra propia compañía sin volvernos
ermitaños, todo lo contrario, gozar de una taza de té mirando nuestro reflejo
en el espejo.
Pero…
¿Alguno sabe cómo no llorar en esas oscuras tardes negras de lluvia? La soledad
a veces debería ser el mejor aliado, pero a veces puede ser nuestro peor
enemigo.
Hay
personas que por más daño que nos han hecho no podemos dejar de amarlos, y con
el tiempo en lugar de irlos olvidando; por sentirlos tan lejos, se vuelven un
recuerdo más latente.
Quizá
llega el momento en el que sentís que todo tu mundo se te está viniendo abajo,
con toda la fortaleza de lado. Y que tal vez solo tengas una vieja hoja de
papel, y una pluma, a los cuales confesarle lo que sentís; porque ya todos por más
que no lo digan, se cansaron de escucharte, y ya no sabes cómo respirar en el
fondo del mar. Ya dejaste de tomar aire, ahora híper ventilas, ya dejaste de
vivir, ahora sobrevives, dejaste de correr, ahora vas de cuclillas; porque
aunque no te des cuenta, tu vida lenta o rápidamente, ha ido perdiendo su
curso, se ha ido deteniendo; y está en las manos de otra persona; y lo peor de
esto, es que esta lo sabe; y se aprovecha de forma muy sádica, de esto.
Ya
no sabes cómo sacarte esas cosas de la cabeza, porque hasta en tus sueños te
recuerda esa persona. Tomas para ahogar penas, y más bien te ahogas vos en
ellas. Y cuando logras salir a flote, salís tan lleno de sal de ese mar en el
que te ahogaste, que no sabes cómo quitártela de encima.
Porque
estas sangrando de amor, y todos lo saben, inclusive esa persona también, y no
hace nada por curar tus heridas; mientras que vos luchas cada día por ser
fuerte, y de verdad lo estás intentando, pero quizá no lo suficiente, porque
estas empezando a enviarle a tu corazón, un mensaje subconsciente, y eso a él
le duele, y lo confunde.
¿A
qué me refiero con eso? A que un maldito día te levantas con ganas de mandar
todo al asqueroso infierno, o sea, con un valor sorprendente; pero al otro día
despertas con ganas de ser masoquista, de soñar con esta persona, y de ser
optimista; con ganas de sufrir mejor dicho.
Ya
perdiste el control de la situación, porque con solo un recuerdo dulce y lindo,
se te olvidan todas las canalladas que te ha hecho esta persona, y por las
cuales derramas lágrimas de sangre.
Porque
con tan solo una mirada de este ser, se te viene el mundo abajo, o toma
sentido.
Porque
en lugar de verlo (a) a los ojos y recordar todo ese daño causado, lo seguís viendo
con amor, porque perdiste más que tu sobriedad mental y emocional, perdiste tu
dignidad, y lo más importante, te perdiste a vos misma (o).
Porque
te sentís seco (a) por dentro, que ya perdiste tu oportunidad, y que solo estas
lleno (a) de recuerdos, y eso duele, porque te lastima en lugar de hacerte
sanar. Porque sentís que ya no estas siendo fuerte…
Buenas
vibras!!!
Música
para tu corazón, acá te dejo esta pieza:
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