Por el título, jamás vayan a creer que este contenido, es una secuela de la saga Crepúsculo, porque sí, soy fan de esas pelis, pero créanme, que mi vida no tiene nada que ver con una historia de vampiros que termina con un final feliz.
Creo que en lo único que se puede parecer, es porque hay sangre y mucho drama, más que todo drama.
Le quise poner este título a esta entrada por muchas razones, pero, primeramente, porque vuelvo a escribir prácticamente un año después.
¿Se pueden imaginar todo lo que ha pasado con mi vida, después de un año?
Pues créanme que muchas cosas.
Lo primero que debo decir es que el 2021 fue el peor año de toda mi vida.
Cualquiera diría, que fue el año en el que murió mi papa, si fue un año sumamente duro, pero lo logre, el año pasado la que morí fue yo, no lo logre.
Puede decir sin miedo a equivocarme, que Dios y pocas personas que estuvieron ahí, y de verdad me demostraron que me aman, me hicieron levantarme de ese hueco tan horrible en el que estaba.
Estuve sin trabajo, subí demasiado de peso, mis hormonas se volvieron locas, conocí a todas las víboras, y a todos los ángeles que tengo y tenia a mi lado, tome una cantidad exagerada de medicamentos, y también los deje.
Hice mil cortes en mis brazos, y lo intente dejar y no lo logre, intente volver a ser yo; e hice un buen esfuerzo al final, aunque no lo veía como suficiente.