Cuesta creer que
el tiempo se desesperanza, y aunque cuesta creer, que ya no debería haber espacio
para el miedo, porque la fe se instaló.
Cuesta creer que
todo llega en su momento, y que hay un tiempo perfecto.
Pero… ¿Queres
que te diga algo? Las oportunidades no se desaprovechan, las aprovechan otras
personas. Ya no estamos en edad o en los tiempos, de pensar, o gastar nuestra
mente y nuestro corazón en cosas, o personas que no lo valen. Hay personas que
no valen nada; mucho menos una lagrima; y aunque duela así es. ¿Y por qué te
duele? Porque justo eso es lo que hacemos cada día. Errar es parte de la vida,
pero a veces se nos vuelve rutina.
Se trata de
vernos en el espejo, y preguntarnos: ¿Me gusta lo que veo? Pero el problema es
que nunca lo hacemos, y hasta que estamos hundidos hasta la mierda, es cuando
intentamos hacer algo; a veces tenemos tiempo de cambiarlo, aunque duela, y
cueste montones; pero en otras ocasiones, ya no hay nada que hacer.
No llegues a
tocar fondo, para hacer algo por vos, y cambiar el rumbo de tu vida.
No todos los
cambios pueden ser para bien, algunos son necesarios, aunque en su momento no
entendamos el motivo de estos.
Muchas veces
estamos mal, y en ese momento tomamos fuerza de hacer cosas que no pensábamos;
pero cuando ya “estamos bien” mandamos todo por un tubo.
Debemos reconocer
que debemos de ir cambiando; y no para atrás como el cangrejo; todo lo
contrario.
El poder está en
nosotros, somos los dueños de nuestro destino
Nos guacheamos!!!
Buenas vibras!!!! Acá les dejo este piezon...